Los responsables de la formulación de
políticas en todo el mundo abrevan en los estudios neurocientíficos del desarrollo y la pobreza infantil.
Su interés ha sido provocado en parte por la acumulación de evidencia durante
las últimas dos décadas, que ha revelado diferencias neurales asociadas a
diferentes factores ambientales. Esta investigación se ha llevado a cabo
principalmente en sociedades ricas, por lo que es válido preguntarse si tales
hallazgos se pueden generalizar a países de ingresos bajos y medios. El Centro
de Neurociencia y Sociedad de la Universidad de Pennsylvania organizó un foro
para evaluar la relevancia de la neurociencia actual para los problemas de la
pobreza infantil en el mundo. Participaron líderes en políticas de pobreza
infantil de organizaciones internacionales de desarrollo y científicos que
trabajan en la vanguardia de la neurociencia de la pobreza. Próximamente, sus
presentaciones estarán disponibles en línea.
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