Investigadores de la Universidad de Oregon (USA) acaban de publicar resultados de un estudio longitudinal en el que evaluaron la arritmia sinusal respiratoria (RSA) –un marcador fisiológico de la reactividad de los niños a su entorno- de niños cuando tenían 5 meses y luego, a los 17 meses, sus estilos de apego y problemas de conducta.
Los resultados permitieron verificar interacciones entre la vulnerabilidad fisiológica y el contexto ambiental de crianza que se asocian a impactos sobre el desarrollo emocional y conductual de los niños. Los niños que tenían alto RSA de base a los 5 meses y que fueron criados en ambientes desorganizados mostraron más problemas de comportamiento a los 17 meses, que aquellos otros niños que tenían una alta base de RSA pero que se criaron en ambientes protectores.
Según los autores del estudio, estos resultados apoyan la idea de que la pobreza no es un factor de estrés uniforme, ya que una respuesta fisiológica alta en contextos protectores no necesariamente se asocian al desarrollo de trastornos de conducta. Estos resultados se suman a la discusión actual sobre las asociaciones entre susceptibilidad y ambiente como factores interrelacionados de importancia para comprender el impacto de la pobreza sobre el desarrollo infantil.
Acceso al estudio
No hay comentarios:
Publicar un comentario