En general, siempre se ha considerado que las habilidades
intelectuales evaluadas con pruebas de inteligencia general, son estables
durante el ciclo vital. De esta forma, en algunos países (e.g., Reino Unido)
los coeficientes intelectuales (CI) valorados en un punto en el tiempo se
utilizan para predecir el desempeño educativo e incluso las perspectivas de
empleo en la vida adulta.
Según una investigación publicada en Octubre en la revista
Nature, realizada por investigadores del Wellcome Trust Centre for Neuroimaging
de University College London y el Centre for Educational Neuroscience, el CI
puede incrementarse o disminuirse significativamente durante los años de la
adolescencia; lo cual además se asocia a cambios estructurales cerebrales.
Los investigadores evaluaron a 33 adolescentes en el año
2004, cuando tenías entre 12 y 16 años, y repitieron sus tests cuatro años más
tarde cuando los mismos sujetos tenían entre 15 y 20 años. En las dos
ocasiones, realizaron estudios de resonancia magnética estructural (MRI). Los
investigadores encontraron cambios significativos en los valores de CI medidos
en 2008 al compararlos con los de 2004. Algunos sujetos habían mejorado su
desempeño en relación a su población de referencia, incluso en hasta 20 puntos.
En otros casos, observaron decrementos de la misma cantidad.
Para evaluar si estos cambios eran significativos, los
investigadores analizaron las imágenes cerebrales para evaluar correlaciones
con el nivel neural. Y encontraron el mismo patrón de cambios. Por ejemplo, incrementos
en el CI verbal se correlacionó con incrementos de la densidad de la material gris
en la corteza motora izquierda (asociada a aspectos articulatorios del habla).
De forma semejante, incrementos en el CI de ejecución se correlacionaron con
aumentos en la densidad de materia gris en el cerebelo anterior (asociado con
la motricidad manual). No obstante, no siempre un incremento en el CI verbal se
asoció a un incremento en el CI de ejecución. Según los investigadores, no
resulta claro aún por qué el CI debería cambiar tanto y por qué el desempeño de
algunas personas mejora mientras que el de otras empeora. Es posible que tales
diferencias se deban a diferencias individuales importantes en las trayectorias
de desarrollo; aunque también a eventuales diferencias en los contextos de
educación.
Estos hallazgos podrían tener implicancias para la
evaluación de los niños durante sus años escolares. Es decir, que se debería
tomar recaudos de no categorizar tempranamente los niveles de potencialidad
intelectual en base a este tipo de evaluaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario