Toda actividad humana se beneficia significativamente cuando
se construyen sistemas de reflexión y pensamiento crítico sobre ellas, de manera que permitan introducir criterios para establecer su valor ético y
constructivo genuino.
En el caso de la actividad científica, frecuentemente
sobrestimada, es poco frecuente que el público en general tenga consciencia
de la cantidad de actos inmorales y faltos de ética que cometen los investigadores
de todo el mundo.
Incluso en el ámbito de la investigación científica, los
investigadores no necesariamente tienen presente en qué medida esto ocurre, más
allá de casos resonantes como el de Marc Hauser de la Universidad de Harvard que ha llegado a tener
cobertura por parte de los medios masivos.
Retraction Watch, creado por Adam Marcus e Ivan Oransky (foto), es un blog dedicado a informar
periódicamente sobre este tipo de actos en todas las disciplinas científicas. El sitio tiene un sistema de subscripción que permite recibir las actualizaciones por
correo electrónico… y aunque uno no las lea todas, es sorprendente el efecto
que genera recibir un mensaje cada dos o tres días dando cuenta de las retractaciones.
Su
mayor valor probablemente sea el de generar consciencia acerca de un aspecto
característico de las personas –más allá de los títulos que porten:
inseguridad, narcisismo y necesidad de trascender-, en este caso que dedican sus vidas a trabajar en ámbitos científicos.
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