De acuerdo a un
estudio publicado recientemente, la pobreza genera casi las mismas muertes que los ataques al corazón y los accidentes cerebrovasculares.
Los factores de riesgo de mortalidad y morbilidad asociados a la conducta, tales como el tabaquismo, la alimentación y el sedentarismo, comenzaron a ser estudiados como causantes desde principios de la década de 1990. Más recientemente, se comenzó a incorporar a tales abordajes, la contribución de los factores sociales tales como la pobreza, los bajos niveles de educación, el apoyo social deficiente, encontrándose que también contribuyen significativamente a causas de muerte como los ataques al corazón, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer de pulmón.
Recientemente, el grupo del Prof. Sandro Galea de Departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Columbia, publicó un artículo en el que se estima el número de muertes atribuible a factores sociales, mediante una revisión sistemática de la literatura disponible entre los años 1980 y 2007 (metanálisis), en combinación con los datos de las estadísticas vitales de Estados Unidos.
Los investigadores identificaron como factores sociales individuales a: educación, pobreza, cobertura médica, situación laboral, estrés laboral, apoyo social, racismo o discriminación, vivienda y condiciones estresantes durante la infancia. Asimismo, identificaron como factores sociales comunitarios a: region geográfica de la vivienda, desigualdad de ingreso, condiciones del medio ambiente, segregación racial, crimen, violencia, capital social y disponibilidad de espacios abiertos.
Los investigadores encontraron que aproximadamente 245.000 muertes en los Estados Unidos en el año 2000, se debieron a los bajos niveles de educación, 176.000 a la segregación racial, 162.000 a un bajo apoyo social, 133.000 a la pobreza, 119.000 a la desigualdad de ingresos, y 39.000 al área geográfica de vivienda.
En general, el 4,5% de las muertes fue atribuible a la pobreza. Sin embargo, los riesgos asociados con la pobreza y el bajo nivel de educación fueron mayores para las personas de 25 a 64 que para los mayores de 65 años.
Estos resultados plantean la necesidad de continuar bregando por una concepción de salud pública más amplia de las causas de mortalidad, que considere a los factores sociales como vías para mejorar la salud de la gente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario