Bridget Callaghan y Nim Tottenham publicaron un artículo de discusión conceptual en el contexto de estudio acerca de la importancia de las experiencias tempranas relacionadas con el cuidado de los niños sobre la salud mental a través de la vida. Las autoras señalan que con respecto a los adultos, hay muchos menos estudios que en el caso de los niños; y que esta carencia de investigación sobre el desarrollo limita la comprensión de los mecanismos que asocian la adversidad con la enfermedad mental. En su revisión, focalizan sus esfuerzos en los hallazgos recientes basados en estudios del desarrollo con diferentes especies, que en conjunto convergen en la noción de que las experiencias de crianza tempranas adversas se asocia con el aceleramiento de circuitos asociados al procesamiento emocional; en base a lo cual proponen que tal aceleración del estrés sería una evidencia de un proceso de adaptación temprana del sistema nervioso.
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