La incapacidad de las personas a recordar los primeros años de su vida, llamada amnesia infantil, se ha estudiado durante muchos años en los adultos, que parecen recordar muy poco antes de las edades de 3 o 4 años. Pero los niños también tienen amnesia infantil.
Recientemente, un grupo de investigadores dirigido por la Prof.
Peterson de la Memorial University of Newfoundland, ha realizado un
estudio longitudinal que involucró a 140 niños de 4 a 13 años, en el que se les solicitaba que describieran sus tres primeros recuerdos.
Dos años más tarde, se les pidió lo mismo. Los padres confirmaron que ocurrieron los hechos y ambos –padres y niños- proporcionaron sus estimaciones propias de la edad de sus hijos en el momento de los recuerdos.
Los niños que tenían entre 4 y 7 años en la primera entrevista, mostraron muy poca superposición entre los recuerdos que recordaron la primera vez y los que se acordaron dos años más tarde. Según los autores del estudio, esto sugiere que los recuerdos muy tempranos de niños de poca edad son frágiles y vulnerables al olvido. Por el contrario, un tercio de los niños de 10 a 13 años de edad, describió la misma memoria como la más temprana a dos años de distancia de la primera pregunta; y más de la mitad de todos los recuerdos eran los mismos en ambas entrevistas.
Es decir que para los niños más pequeños los primeros recuerdos parecieron cambiar (los más antiguos tendían a ser reemplazados por los más recientes); mientras que en los mayores el recuerdo era más consistente a medida que crecían.
Según la investigadora responsable mencionó en una entrevista publicada en Science Daily, "A medida que perdemos los recuerdos de los primeros años, los años que anteriormente podíamos recordar, estamos perdiendo parte de nuestra infancia; en esencia, estamos perdiendo todos o casi todos los eventos que nos ocurrieron entonces. Es decir que nuestra "infancia psicológica" comienza mucho antes que nuestra infancia cronológica".
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